La Salida de la Vida

Un caos mental que solo confunde y turbia mis sentidos, estoy apagado, no tengo ganas de nada. No encuentro ninguna salida a lo largo de este corredor vacío, no hay ni una sola puerta que pueda cruzar para escapar... Llevo ya mucho tiempo en este extraño lugar, nunca he visto nada más que yo por aquí, no puedo creer que solo esté yo, no quiero creerlo...Tras tanto tiempo por fin veo algo ahí a la derecha, es una puerta, una puerta de color blanco, transmite tranquilidad y parece ser un camino seguro... Hay algo más, tras de mí ha aparecido otra puerta, es exactamente igual que la anterior solo que esta es algo más oscura, parece ser un camino más inseguro aunque quizás no lo sea, pero su presencia me conforta. ¿Debería sentir alegría? Por fin hay una salida, pero ahora tengo el dilema de cual elegir, ¿será esto una prueba? ¿prueba de qué? Podría ahorrarme mucho trabajo ignorando las dos puertas y siguiendo adelante, pero el largo corredor que se extiende ante mi parece no tener fin, aunque debe tenerlo... Llevo mucho tiempo vagando por aquí totalmente solo y continúo sin ver final para esto, se que si sigo adelante por el corredor tendré que ser mi único apoyo, y no estoy preparado para serlo, ya que tendría que soportar mi propio peso y el de la soledad, acabaría derrumbándome... Estoy apunto de rendirme, sentado en el suelo con la cabeza entre mis manos y mirando el suelo que piso, empiezo a cansarme de este viaje, ya poco me importa. Esta prueba ha resultado ser más dura de lo que esperaba, y por si fuera poco, frente a mi había aparecido una puerta más, una puerta que no dejaba ningún corredor tras de sí, ¿habría llegado ya el fin? La puerta era de una madera negra, siniestra, esta era más grande que las anteriores y parecía de un material mucho más noble. Ahora ya no había duda, tenía la sensación que tras esta puerta se encontraba aquello que yo siempre había buscado, lo que me liberaría. Fui hacia la puerta y esta se abrió sola, me estaba esperando, dentro solo había oscuridad, un manto negro que lo envolvía todo, pero no tuve miedo y me adentré en la oscuridad. La puerta se cerró a mi paso y comencé a sentir frío, mucho frío por todo el cuerpo, notaba como el helado aire de esa habitación entraba en mis pulmones y recorría mi cuerpo, de repente no pude sostenerme en pie y caí, pero la oscuridad que me rodeaba era tan densa que hizo que me deslizara suavemente sobre el suelo, y allí, una vez tendido, comencé a notar que la oscuridad se estaba apoderando de mi, no podía mover ni un solo músculo de mi cuerpo, al principio sentí pánico al notar como la oscuridad paraba cada músculo, cada órgano de mi cuerpo hasta que todo terminó, solo veía oscuridad, no sentía frío, no tenía preocupación alguna, mi mente estaba totalmente en blanco, estaba en paz, y entonces...